lunes, 17 de agosto de 2009

Cuando creces . · . *

Después de un tiempo, percibirás una sutil diferencia entre dar una mano y socorrer un alma. Y aprendes que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad. Comienzas a aprender que los besos no son contratos y los regalos no son promesas. Empiezas a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada hacia adelante, con una sonrisa adulta y no con la tristeza de un niño. Y aprendes a construir todas tus calles en el hoy, porque el terreno del mañana es muy incierto para hacer planes, y el futuro tiene la costumbre de caer en medio del vacío..
Después de un tiempo aprendes que el sol quema si quedas expuesto por mucho tiempo, y aprendes que no importa cuánto te valoras, a algunas personas simplemente no les importas, y aceptas que no importa cuan buena sea una persona, te va a herir de vez en cuando, por lo que necesitarás perdonarla. Aprendes que hablando puedes aliviar dolores emocionales... Descubres que lleva años construir confianza y apenas unos segundos para destruirla, que puedes hacer cosas en un instante, de las que te arrepentiras por el resto de tu vida.
Aprendes que las verdaderas amistades continúan creciendo aún a la distancia, y que lo que importa no es lo que tienes en la vida, sino quien eres en ella, y que los buenos amigos son la familia que se nos permite escoger... Aprendes que no tenemos que cambiar de amigos si comprendemos que los amigos cambian, aprecias que tú y tu amigo pueden hacer cualquier cosa o no hacer nada y, aún así, tener buenos momentos juntos.
Descubres que las personas que más te importan en la vida pueden tener una vida muy corta, por eso, siempre debemos dejar a quienes amamos con palabras amorosas, puede ser la última vez que los veamos...
Aprendes que las circunstancias y los ambientes tienen influencia sobre nosotros, pero somos responsables por nosotros mismos. Comienzas a aprender que no se debe comparar uno con los otros, sino con lo mejor que podamos ser. Descubres que lleva mucho tiempo volverse la persona que se quiere ser, es que el tiempo es corto.
Aprendes que no importa dónde ya llegaste, sino a dónde estas yendo, pero si no sabes para dónde estás yendo, cualquier lugar sirve. Aprendes que, o controlas tus actos o ellos te controlan, y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, pues no importa cuan delicada o fragil sea una situación, siempre existen dos lados. Aprendes que los heroes son personas que hicieron lo que era necesario hacer, enfrentando las consecuencias.
Aprendes que la paciencia requiere mucha práctica... Descubres que algunas veces, quien esperas que te patee cuando estás caído, es uno de los pocos que te ayudan a levantarte... Aprendes que la madurez tiene más que ver con los tipos de experiencias que tuviste y con lo que aprendiste de ellas, que con cuántos cumpleaños has celebrado.
Aprendes que hay más de tus padres en ti de lo que supones... Aprendes que nunca se debe decir a un niño que los sueños son tonterias, pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia si se lo creyesen. Aprendes que cuando estás con cólera tienes el derecho de estar asi, pero eso no te da el derecho de ser cruel.
Descubres que solo por que alguien no te ama de la manera que quisieras que te ame, no significa que no te ame con todo lo que puede, pues existen personas que nos aman pero simplemente no saben como demostrarlo. Aprendes que no siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tienes que aprender a perdonarte a ti mismo. Aprendes que con la misma severidad con que juzgas, serás en algún momento condenado. Aprendes que no importa en cuántos pedazos tu corazón fue partido, el mundo no para para que te recuperes...
Aprendes que el tiempo no es algo que pueda voltear para atrás... Por lo tanto, plantas tu jardín y decoras tu alma en vez de esperar que alguien te traiga flores... Aprendes que realmente puedes soportarlo, que realmente eres fuerte y que puedes ir mucho más lejos después de pensar que no se puede más...

Utopía .-

.. Un caballero londinense, que pensó en inglés y escribió en latín, dijo conocer una isla donde todo era armonioso y justo. El caballero se llamó Tomás Moro. Y su isla, perfecta como un círculo, se llamó Utopía..
..Tomas Moro la describió como una República donde nadie se burlaba del prójimo, donde los Príncipes eran tan humildes que no se diferenciaban del pueblo, donde la guerra era aborrecida, y las ciudades tenían maravillosos diseños..
..Desde entonces, mucho se discutió sobre el asunto. Los hombres sabios, esos que llevan inclinada la cabeza, jamás se pusieron de acuerdo..
..Unos dicen... "La gente seria no debe ocuparse de semejantes tonterías. No hay que perder tiempo en sueños imposibles". Y afirman que pensar en la República de Utopía es cosa de personas que tienen pájaros en la cabeza. Otros, en cambio, dicen... "Los sueños imposibles son los verdaderos pies, las verdaderas manos de los hombres. Gracias a ellos poblamos la Tierra y conocimos el cielo"..
..Así las cosas, unos que si y otros que no, podríamos preguntar a nuestro alrededor qué opinan sobre este asunto..
..Soñar con la República de Utopía ¿es cosa de gente con pájaros en la cabeza? ¿O es cosa de gente con mucho corazón?..